No es que yo fuese víctima de una sensibilidad desorbitada. Ya, a una edad temprana, la vida me confeccionó una armadura para amortiguar sus golpes y para sentir como solo puede sentir un individuo que vive y muere cada día dentro del marco que delimitan los trazos de la razón. Fue el único detalle amable que tuvo conmigo.
Y os burlais de mí porque traigo tierra y un tiesto para trasplantarla... Ya os dije que he conocido a muchas mujeres y que no, aún no se qué es hacer el amor, que no entiendo por qué insistimos en elevarlo a una dimensión espiritual, a un místico acto de íntima conexión..., cuando no hay nada más terrenal que la búsqueda del placer carnal, el follar por follar...
Soy reservado y conocéis mi orgullo, pero con vosotras, que no se os puede mentir, seré sincero. Es cierto que ella venía conmigo y supe sacarle partido. Quise mostrar la parte sensible que no tengo y con pocas monedas compré esta planta y la apariencia de jardinero fiel. Pero nunca será la idea improvisada de aquel instante. Hacía tiempo que quería comprar una planta y saciar esa necesidad de sentirme algo útil, algo imprescindible. Opté por hacerme cargo de un ser vivo, nada mejor que una planta. Una planta puede morir sin dejar el más mínimo peso en la conciencia. A mi parecer, son menos afectivas que un perro, por ejemplo. No es que tema coger cariño a un perro o a cualquier otro animal doméstico, pero hablamos también de otros dos factores, tiempo y responsabilidad, y en lo que a esto respecta, son incomparables. Bastante tiene el ser humano con aprender a domarse a sí mismo cada día.
Ya os dije que soy uno de los pocos que puede presumir de ser un asqueroso insensible. Y no por ello la vida me va peor.
La ocasión requería escoger la planta perfecta, aquella con brotes de flor roja. Me disponía a pagar cuando el dependiente pronunció el nombre de la planta. Antes de intentar repetir aquel nombre tan enrevesado ella se adelantó: "Llamémosla como el título de tu canción preferida, es también un bonito nombre para tu planta ...". Qué idea tan brillante. Estoy seguro de que es una sensiblona, pero ingenio no le falta. De algunas malas hierbas también se obtiene algún fruto.
Fotografía: César SV. |
Y no me mireis así, estoy harto de vuestra indiferencia. No quiero que me deis la razón como a un loco. No quiero volver a escuchar que vosotras solo habéis salido de una nube para precipitar, rodar en el cristal y regresar por donde habéis venido. Y nada más.
/////////////////////////////////////////////////////////
"...El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente, el miedo ahuyenta al amor. Y no solo el amor el miedo expulsa; también la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y solo queda la desesperación muda; y al final el miedo llega a expulsar de la persona la humanidad misma..."
HUXLEY.